Publicidad y emprendimiento…

 

sonrisasProfesionalmente me dedico al marketing y la comunicación, así que la publicidad es uno de los temas en los que he trabajado.

No hace demasiado he empezado un negocio propio y escribo otro blog en la página web que tengo para esa empresa. Hace unos meses, escribí un post sobre las campañas de publicidad que se hacen por causas solidarias, algunas muy exitosas, para tratar de explicar que la publicidad no sólo sirve para vender cosas, sino que a veces vende ideas muy potentes aportando valor a la sociedad.

Por si queréis leerlo el post es Sólo vendéis cosas.

Cuando escribí el post me quedé bastante satisfecho, pero después de unos meses trabajando me ha quedado un cierto sabor agrio, ya que entre líneas del post parecía que se leía que la publicidad sólo era positiva si no vendía cosas y realmente eso no es así.

En mi nueva ocupación, tengo la suerte de haber comprobado situaciones que desmienten ese argumento con fuerza. En mi trabajo, colaboro sobre todo con emprendedores, con personas que ponen toda su ilusión en su nuevo proyecto, y su intención en muchos casos es poder vivir de aquello que más les gusta y que saben hacer mejor. Pero para que puedan llegar a eso necesitan vender, y muchas veces vender cosas, SUS cosas.

El trabajar con ellos me ha dado un nuevo punto de vista sobre lo importante que es la publicidad, sea del tipo que sea, para que esas personas que hacen jabón o pasteles, puedan conseguir vivir de su sueño.

No hace demasiado en este mismo blog escribí sobre el hecho de que las empresas deben ganar dinero en esta entrada Las empresas tienen que ganar dinero  y es un tema que me ha venido también a la cabeza a raíz de ese post de la publicidad, ya que como explico en el blog el hecho de ganar dinero también se puede percibir como negativo en según que entornos.

Está claro que las personas con las que colaboro van a tener que vender, hacer publicidad y ganar dinero para vivir de aquello que les ilusiona; van a conseguir aportar valor a sus clientes y a la sociedad y eso va a ser un fin social en si mismo aunque el objetivo de su ventas y su publicidad no sea directamente un objetivo solidario.

En este caso, y en muchos otros, en empresas más grandes, debemos quitarnos la sensación de que la venta, el dinero o la publicidad son negativas; si están relacionadas con empresas con corazón, que funcionan con coherencia son actividades totalmente positivas.

 

¿Ayudas para emprender? la fábrica de ilusiones

formacion-iconoCreo que vivimos un momento muy interesante si se sabe aprovechar, tenemos a nuestra disposición gran cantidad de maneras de conseguir formación para conseguir emprender con ciertas garantías.

La gran mayoría de administraciones ofrecen centenares de cursos, literalmente, donde se puede aprender todo lo necesario para abrir un nuevo negocio; y que además son gratuitos.

He podido asistir a algunos de ellos, ya sean más técnicos, o sea de habilidades más concretas, como por ejemplo el uso de una determinada aplicación informática y también a otros más genéricos en los que se aprenden herramientas o habilidades útiles para   validarnos nosotros como posibles emprendedores o bien validar nuestro proyecto.

Existen muchas críticas a esos cursos, que los tratan de fábricas de ilusiones rotas y pese a que nada es perfecto, yo encuentro en ellos cosas bastante positivas.

Para empezar, me ha gustado que mucho de lo que se enseña está en línea con el concepto de las empresas con corazón. En cuanto a modelos de negocio se explica que se puede emprender desde la base de la cooperación, o bien con negocios con fines sociales, y negocios más estándar pero detrás de los cuales debe haber un alma, lo que nosotros diríamos corazón. Es sorprendente encontrarse con eso ya que hace años parecía que sólo la parte financiera del negocio era la que lo validaba; desde mi punto de vista estamos iniciando una fase positiva en la que la creación de proyectos tiene una buena base.

Además, a parte del puro modelo de negocio, como apuntaba antes, también se enseñan una serie de habilidades muy dirigidas a que no sólo el objetivo de la organización tenga corazón sino que las personas, que son el centro de su propio emprendimiento también lo tengan; habilidades relacionales, de empatía, creativas, etc… y no sólo eso sino también motivación para poner en valor esas habilidades blandas que todos poseemos y que no valoramos.

Creo que gestionar el emprendimiento desde esos valores supone un acercamiento moderno al mundo de la empresa; eso si, no podemos considerar que eso sea una garantía de éxito para los proyectos, y desde ahí es de donde he visto llover las críticas diciendo que esos cursos generan personas con grandes ilusiones que se verán truncadas ya que una gran parte de los proyectos no funcionará, lo cual a nivel estadístico es totalmente cierto.

Gran parte de los proyectos de personas que participan en esos cursos tendrán una vida corta, quizás ni siquiera lleguen a la vida, pero habrá otros que si, y esos generarán trabajo, mejorarán el tejido empresarial y probablemente hagan crecer como personas a esos emprendedores.

¿Y los que no consigan su objetivo? Ciertamente sufrirán una desilusión, es posible que pierdan dinero y seguro que será algo que recuerden con pena y rabia, pero por contra sabrán que lo han intentado, algunos volverán a una búsqueda de trabajo estándar ( que tampoco es algo ilusionante en los tiempos que corren) y otros volverán a emprender, con un aprendizaje a sus espaldas que les dará una gran ventaja, que quiero pensar que les puede llevar a tener finalmente una empresa con alma, o con corazón.